De niña soñadora a clínica dental, mi historia…

Clínica dental

Mis padres, desde que tengo memoria, me llevaban a citas en una clínica dental. Creería que me gustaban mucho los confites y no era muy disciplinada para el lavado de mis dientes. El Doctor Raymond Pauly Sasso era un hombre muy importante dentro de los especialistas en odontopediatría de esa época, hace más o menos 45 años, porque, no solo se había graduado en una Universidad Extranjera, lo cual para la época era difícil, sino, también tenía colgado en su sala de espera cientos de títulos y reconocimientos dados en su mayoría por instituciones que a duras penas podía leer, ya que todas eran en inglés. Eso en mi despertó gran admiración por este hombre alto, un poco encorvado y con un aspecto de saberlo todo y de ser muy exitoso. Así fue como inicié mi gusto por “los dientes”, recuerdo que cuando llegaba a su oficina, me lo explicaba todo, cada pinza que sacaba de sus gavetas me enseñaba el uso que le iba a dar en mis dientes. Era fácil entenderle, pues, también era docente de la Universidad de Costa Rica. Recuerdo, que, desde muy niña, lo primero que le observaba a una persona eran sus dientes, y como creía que “sabia tanto” por todo lo que el doctor me explicaba en su Clínica dental, andaba en busca de caries, manchas blancas, dientes desalineados, etc. para informarle a las personas que tenían un problema en su dentadura. Pasaba el tiempo, y durante mi época escolar y colegial, nunca dude lo que quería estudiar. Mi meta estaba clara y fue así como ingresé a la UCR en 1984 para iniciar lo que me apasionaría el resto de mi vida.

Acabé mi carrera de odontología

Cuando terminé mi carrera de odontología fui a Cañas, Guanacaste a realizar mi servicio social. Allí conocí a mi esposo con el que llevo 31 años de estar felizmente casada. Una vez que terminé el servicio social, se me dio la oportunidad de estudiar en México una especialidad y empecé a pensar en las múltiples opciones de especialidad en odontología que tenía al alcance y no sabía por cual decidirme. La verdad, me gustaba todo, excepto endodoncia (tratamientos de nervio) ya que me parecía algo muy aburrido. Fue así, como, me aconsejaron ir a diferentes consultorios a ver el día a día de diferentes especialistas para ver que me llamaba la atención. Fui con mi profesora de periodoncia (tratamiento de encía) lo cual me parecieron tratamientos muy sangrientos para mi gusto. Luego fui con mi profesor de odontopediatría, y aunque amaba los niños, no era lo que realmente quería hacer el resto de mi vida. Hasta que un día, se me presento la oportunidad de ir a Panamá, en donde conocí el Ortodoncista de mi marido, quien me invito a ver su consulta varios días, y fue allí donde me enamore de la ortodoncia, ver cómo la gente salía tan feliz, como podía ver sonrisas “apagadas” transformadas en hermosas obras de arte. Personas contándome sus historias de como el famoso Ortodoncista había no solo cambiado el aspecto de su boca sino su vida entera. Como unos “simples aparatos” lograban devolverles la confianza, autoestima y seguridad en si mismos. Yo quería hacer lo mismo. Lo mío, era esa transformación de vidas.

La ortodoncia era lo mío

Definitivamente, no pude haber sido más feliz especializándome en otra rama de la odontología. ¿Y ahora? ¿Como logro estudiar en el extranjero? Si en Costa Rica no existía la especialidad, y yo no contaba con recursos para poder estudiar afuera. La respuesta es: ¡Dios en mi vida! El me ha chineado tanto, que sabía que mi deseo era estudiar ortodoncia para poder ayudar a mucha gente y fue así como se me dio la oportunidad de una beca completa en la mejor Universidad de ortodoncia de toda América Latina, La Universidad Intercontinental, en Ciudad de México. Fueron casi 3 años de sacrificio, muy duros, de mucho aprendizaje, en donde logré acabar mi Maestría en ortodoncia.

De regreso a Costa Rica

Inicié mi consultorio en San Pedro, y gracias a las recomendaciones de mis propios pacientes, poco a poco fui atendiendo más y más personas en donde los frenillos eran mi pan de cada día. Fui invitada a compartir mi conocimiento en diferentes Congresos Nacionales, dándome a conocer como especialista. Luego fui contratada como directora y Fundadora de un nuevo postgrado de ortodoncia que abriría en la Universidad Latinoamericana de Ciencia y tecnología (ULACIT) el cual me tocó armar desde cero, desde hacer los planes de estudio hasta contratar a los docentes. Yo quería darle la oportunidad a los Doctores Costarricenses el poder hacer un postgrado de alta calidad, como el que yo había hecho en México, aquí en Costa Rica. ¡Y lo logré! Se abrieron las puertas para un postgrado de alta exigencia y prestigio en el que se han graduado mas de 150 profesionales. También fui parte, por muchos años, de la Junta Directiva de la Academia Costarricense de Ortodoncia en donde organizaba congresos para todos los colegas ortodoncistas del país. Siempre buscaba la excelencia en mis casos, aunque el tratamiento de frenillos, a veces me resultaba monótono y muchas veces incómodo para la mayoría de las pacientes que se quejaban de la dificultad para cepillarse los dientes, de las restricciones en algunos alimentos y de algunas veces alambres que les molestaban las mejillas por dentro de la boca.

Aparecieron los alineadores invisibles

Cuando Invisalign llegó a Costa Rica en el año 2008 como una nueva técnica de Ortodoncia con Alineadores invisibles, yo fui de las primeras ortodoncistas en certificarse. Invisalign parecía algo muy novedoso y así inicié mi practica con alineadores. La verdad, al inicio, no me fue muy bien porque los resultados no eran lo que yo esperaba, Invisalign no era no era para todos los casos, solo para los que fueran fáciles, no muy complicados y con mi alto grado de “SER PERFECCIONISTA” no lograba lo que si conseguía con los Brackets. Poco a poco fui perdiendo el interés, hasta que, en el año 2017, me enteré de que Invisalign había cambiado el material que usaba, había invertido en tecnología, en ingeniería, en software. Todo me resultaba emocionante, tenía que darle una nueva oportunidad al producto. Y fue así como decidí meterme “de cabeza”, haciendo cursos, leyendo toda clase de libros, aprendiendo, educación en linea, de conferencistas de mucha experiencia en alineadores, gente que había contribuido al progreso de esta maravillosa técnica. Inclusive hice un “Máster en Alineadores” con doctores de Portugal muy reconocidos. Cada día me emocionaba más por aprender, quería hacerlo bien, y empecé a tratar casos realmente complejos, los que otros doctores ortodoncistas rechazaban hacer con alineadores. Vi el éxito en mis manos, pero sobre todo en el conocimiento adquirido. Sabia como hacer que lo que Invisalign me mostraba en la computadora de como iba a quedar el paciente, lo podía lograr haciendo algunos ajustes, cambiando attachments de posición, haciendo que algunos movimientos se dieran primero que otros, revisando exhaustivamente cada plan de tratamiento que el software me presentaba para que TODO FUERA TOTALMENTE PREDECIBLE y que los pacientes pudieran obtener los resultados asombrosos que obtengo hoy en día en mi clínica dental. Valió la pena tanto esfuerzo, tantas horas invertidas en estudio. Hoy en día me siento muy satisfecha y agradecida de los resultados que obtengo en cada uno de mis pacientes.

¿Qué significado tiene para mí la técnica de alineadores invisibles?

Para mi la técnica de alineadores invisibles llegó para quedarse, los frenillos poco a poco van a ir desapareciendo del mercado. Esto es como la era analógica de telefonía se convirtió en la era digital de la misma. Todo cambia, todo evoluciona y todo debe ser mejor. Los alineadores invisibles están ocupando un mercado importante dentro de la ortodoncia invisible, actualmente la gente quiere mejorar la estética y la mordida de sus dientes pero no quiere verse con aparatos metálicos dentro de su boca. En mí, vino a renovarme, me dio un aire fresco a mi practica profesional. Un despertar del que cada día me siento mas satisfecha.

Experiencia Comprobada

Más de dos décadas de experiencia y dedicación en el campo de la ortodoncia.

Tecnología Avanzada

Utilizamos las últimas innovaciones, incluyendo Invisalign, para asegurar tratamientos efectivos y cómodos.

Atención Personalizada

Entendemos que cada sonrisa es única, por lo que ofrecemos soluciones a medida.
×